miércoles, 12 de marzo de 2008

Otto Dix el pintor guerero y proletario




De orígenes obreros este artista a veces justificaba sus conductas, conflictos y obra con “yo soy un proletario”, y menos mal no con el descartiano “pienso, luego existo”. Porque en los tiempos que vivió el haber dicho a sus perseguidores que pensaba seguro le pudo haber costado la vida.



Pintor y guerrero, en pocas ocasiones escultor. Soldado de guerras, perseguido por el nazismo, sospechoso de atentado contra Hitler, alemán querido en las dos Alemanias después de la segunda guerra Mundial, nunca abandonaría el realismo, ni tampoco olvidaría a Hitler que como vemos en esta obra de los siete pecados capitales ridiculiza como un niño.



Actualmente hay una exposición de este artista en la fundación Thysen que recoge algunas obras de Otto Dix, no precisamente las mejores. Pero si un buen pretexto para indagar un poco más en la obra de este personaje tan en consonancia con esos conflictos que normalmente todos aceptamos ya como algo cotidiano por jamás haberlos sobrevivido.

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